EL PUBLICISTA Y EL MENDIGO

UN MENDIGO SE SENTABA EN UN PARQUE, con un sombrero a sus pies y un cartel que decía: "Por favor, ayúdame, soy ciego". Un creativo de publicidad  muy solidario que pasaba frente a él, se detuvo y vio unas pocas monedas en el sombrero del invidente. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, con un marcador escribió otro anuncio y se fue. Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego y ahora el sombrero estaba lleno de billetes y monedas.

El ciego lo sintió y le preguntó feliz qué había escrito en el cartel. El publicista contestó: "Algo tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras". Sonrió y siguió su camino. El ciego se enteró luego que el aviso decía: "Estamos en primavera y no puedo verla". La historia muestra el poder de una visión creativa y la conveniencia de buscar nuevas salidas.

Luis Alberto Mendoza Perpiñán.

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